MOI
El MOI es una organización social, política y territorial que impulsa hace más de 30 años la Autogestión y el Cooperativismo como herramienta transformadora, para la construcción de nueva cultura, política, técnica, social y productiva. Nuestra bandera histórica es el Derecho a la Ciudad, la Construcción de territorios democráticos y el Impulso de políticas de autogestión. Los ejes centrales de nuestra práctica cotidiana son la AUTOGESTIÓN, la AYUDA MUTUA, la PROPIEDAD COLECTIVA, y la INTEGRALIDAD.
La construcción de una Nueva Cultura, clasista, popular, autogestionaria, antipatriarcal, histórica y latinoamericana, implica el desafío de la creación cotidiana de una cultura antagónica, que sólo puede construirse con participación sustantiva y protagónica en cada una de las instancias y etapas de los procesos colectivos, de pelea por los derechos, y de construcción de territorios democráticos sin expulsión, sin explotación y sin lucro. Aspiramos a construir cotidianamente Nueva Humanidad.
Para ello, impulsamos el cooperativismo: un principio organizativo y un modo de vida que priorita la reciprocidad por sobre la competencia y las políticas de producción autogestionaria del hábitat popular, que ponen los recursos públicos en manos de nuestro pueblo organizado. Lo hacemos mediante prácticas autogestionarias concretas y cotidianas en los campos de vivienda, la educación pública popular, el trabajo autogestionado y la salud mental.
En 2008 desarrollamos nuestra Federación de Cooperativas Autogestionarias como herramienta para desplegar el cuerpo de nuestro Movimiento y fuimos encontrando compañerxs con quienes impulsar nuestra experiencia en el territorio nacional, que a su vez, entendemos como un continuo de nuestra Patria Latinoamericana en el mundo, que es nuestro hogar.
Han pasado más de 30 años y distintas coyunturas político-institucionales dentro de la vida democrática, sin embargo, los Motivos Sustantivos que nos vieron nacer, continúan más vigentes que nunca.
NUESTRA HISTORIA
Y CUÁL ES LA VELOCIDAD DEL SUEÑO… A VECES LA VELOCIDAD DE LA LUZ… A VECES LA DEL CARACOL…
Sin Prisa, pero Sin Pausa.
Con más de 30 años de vida colectiva como movimiento social y político, venimos a reafirmar nuestra identidad y nuestra historia, para sembrar futuro. Nacemos como resultado y expresión del encuentro de distintas historias, aprendizajes y prácticas. Venimos del fenómeno masivo de ocupaciones de edificios que involucró a 150.000 personas en la ciudad de Buenos Aires en la década del ’80, de la experiencia fundacional del “Ex Padelai”: 120 familias que ocuparon un edificio en el corazón de Barrio San Telmo que se permitieron soñar la recuperación autogestionaria del edificio. Venimos del encuentro entre Universidad y Movimiento Popular, históricamente expresado en consigna del Cordobazo “Obreros y Estudiantes, Unidos y Adelante”. Fuimos tocados por el trabajo de nuestrxs compañerxs Curas Villeros en las manos del Padre Pichi. Con él nos encontramos con la construcción cooperativa y autogestionaria de más de 40 años de nuestrxs hermanxs uruguayos de la FUCVAM (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua). Venimos de las reivindicaciones sectoriales de las organizaciones populares en un proyecto de organizaciones política, social y cultural integral, con base en los trabajadores como protagonistas de la realidad que construyó y construye la CTA (Central de Trabajadores de la Argentina). Venimos de la increíble y hermosa capacidad transformadora de nuestro pueblo que sigue caminando por una nueva cultura, política, técnica, social y productiva; de la pregunta que parió la pelea histórica y popular por el derecho a la radicación y construcción de ciudad democrática en toda nuestra Latinoamérica: ¿Para quién es la ciudad? Así en 1991 decidimos constituirnos como Movimiento de Ocupantes e Inquilinos. En los ’90 la experiencia cooperativa del MOI se encuentra con otras experiencias y organizaciones en la ciudad de Buenos Aires para caminar juntas reivindicando el derecho a la ciudad y la vivienda. De esta confluencia de organizaciones populares, de movimiento y lucha, también de discusión y relación con el Estado, nacen marcos normativos de apoyo y financiamiento para las experiencias autogestionarias en producción de vivienda.
Nace en el año 2000 la Ley Nro. 341 como una forma alternativa y contrapuesta al sistema dominante que plantea que los recursos del Estado financien a las empresas constructoras. Una nueva etapa se abre para nosotros. Caracterizada por la participación organizada de las familias en el diseño, la planificación, el seguimiento, la evaluación y el redireccionamiento de programas y políticas. Caracterizada por la transferencia de recursos públicos a las organizaciones populares, lo cuál permitió crear capacidades para llevar adelante y controlar el desarrollo de nuestros proyectos cooperativos y autogestionarios de vivienda. Caracterizada por trabajar con familias transitando diferentes situaciones habitacionales (Ocupaciones, hoteles, pensiones, alquileres, desalojos, etc.) desde nuestras “Guardias”, espacios de incorporación de compañeros con situación habitacional crítica a la organización, constituyéndose en mecanismo de ensanche y fortalecimiento de procesos cooperativos. A partir de 2005 seguimos encontrándonos, creciendo organizativa y territorialmente. Caminamos la nacionalización impulsando y fortaleciendo procesos cooperativos en distintas provincias del país que se incorporan al movimiento desde la convicción de que la AUTOGESTIÓN, el COOPERATIVISMO, la AYUDA MUTUA, y la PROPIEDAD COLECTIVA son herramientas de transformación. Caminamos la concepción de integralidad, procesando y asumiendo conscientemente junto a la lucha por la vivienda y la ciudad, la lucha y construcción de los Derechos a la Educación, la Salud, el Trabajo, La cultura, etc, los derechos como construcción histórica y colectiva. Caminamos el impulso de marcos normativos y programáticos de dimensión nacional como insumo para el desarrollo de experiencias de cooperativismo autogestionario de producción de vivienda para nuestros sectores populares. Planteamos que dicha Experiencia sea de carácter multiactoral, integrando organizaciones sociales de hábitat con práctica autogestionaria, ámbitos estatales de los ejecutivos y legislativos municipales, provinciales y nacionales
PRINCIPIOS QUE ORIENTAN NUESTRO TRABAJO COTIDIANO
AUTOGESTIÓN
Asumimos la Autogestión como matriz básica de construcción de una nueva sociedad: generadora de bienes de uso, sin patrones, sostenida en relaciones solidarias que promueven procesos colectivos de protagonismo y fortalecimiento de las capacidades populares. No es autoconstrucción. No es autoahorro. No es asistencialismo. No es emprendedorismo. Es parte de la lucha por que los recursos del Estado sean concientemente y colectivamente orientados a la producción de bienes de uso y cultura solidaria, con el protagonismo de las organizaciones sociales de nuestra clase trabajadora y el movimiento popular. Decimos “Ni un peso más para las empresas constructoras”. Es construcción de nuevas subjetividades. Se potencia y resulta estructuralmente complementaria con la Producción Estatal de bienes de uso, sostenida en una gestión obrera de la producción, no burocrática ni reproductora de los modelos empresariales, sino enraizada en la democracia participativa. Es no sólo conquistar el derecho a la vivienda, sino recuperar la capacidad de ser protagonistas de una vida digna y a la altura de nuestros sueños.
PROPIEDAD COLECTIVA
Es expresión y resultado de los proceso autogestionarios. La propiedad colectiva y su ejercicio a través del sistema cooperativo de uso y goce, es el resultado de nuestra lucha en común por concretar el derecho a la vivienda y la ciudad, reconociendo el suelo y la ciudad como bienes comunes. Peleamos colectivamente para resolver nuestras necesidades y los frutos también deben ser comunes. Impulsamos la propiedad colectiva como herramienta de defensa de lxs trabajadores, que regula y sostiene el precio de las viviendas cooperativas alrededor de su costo de producción, para impedir la especulación individual con el producto de la lucha colectiva. Orienta la inversión pública para garantizar el acceso y permanencia de lxs trabajadores y el pueblo en las áreas urbanas donde se la implementa e implica seguridad en la tenencia para las familias trabajadoras, para que lo que se gana colectivamente no se pierda individualmente, en manos del mercado. Nuestras viviendas no son mercancía, es poner el valor humano por encima del capital.
AYUDA MUTUA
Es el aporte concreto de mano de obra que las familias cooperativistas de viviendda aportan al proceso de construcción de las viviendas. Es trabajo colectivo y organizado bajo la planificación común del proceso de obra. Es reducción significativa del costo de obra, al cubrir hasta un 15% del costo de obra es un ahorro para el colectivo. Es la contundente aplicación concreta de los valores de la cooperación, que compacta y desarrolla la vida colectiva. La Ayuda Mutua es constructora de Comunidad. Es formación y generación de calificación en trabajo de obra, es generación de trabajo.
INTEGRALIDAD
Estamos desafiados a conocer aquello que está junto, al lado, enfrente, detrás, más acá y más allá de nosotrxs. El encierro o la mirada autista, sean en el plano individual o sean en distintas prácticas sectoriales (vivienda, trabajo, educación, salud, cultura, recreación, etc.) empobrecen y debilitan tanto a las individualidades como a las organizaciones. El poder del pueblo, transitando el camino de la autogestión, la propiedad colectiva y la ayuda mutua, se desarrolla justamente luchando contra la escisión en cualquier plano y en todos los sentidos, construyendo cotidianamente la integralidad como clase y Humanidad, y en relación con la Naturaleza.
CIUDAD Y TERRITORIOS DEMOCRÁTICOS
Sin Expulsores, Ni Expulsados. Desafiamos con evidencias el sentido común economicista y hegemónico que afirma que “se puede vivir donde se puede pagar”, haciendo pasar por natural la segregación social y espacial que produce la lógica del capital, que es una construcción social, histórica, modificable y negadora del carácter de bien común del suelo. Por ello reclamamos y construimos cotidianamente condiciones para concretar el acceso a todos los beneficios materiales y culturales que concentra la ciudad. Sostenemos que el derecho a la ciudad es un derecho universal e impulsamos la construcción de territorios democráticos, que rompan la separación entre la ciudad y el campo para el pleno desarrollo de nuestro pueblo y la superación del extractivismo depredador del capital sobre la tierra, lo que guarda en el subsuelo, el agua, el aire y el sustento de la Vida.
NUESTRAS PERTENENCIAS
SELVIHP
Secretaría Latinoamericana por la Vivienda y el Hábitat Popular Somos cofundadores en 1991 de la SELVIHP junto a otros movimientos y organizaciones de América Latina (Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Ecuador, Chile).
CTA A
Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma Desde sus comienzos en 1993, el MOI es una organización de la CTA, actual CTA A. Creemos importante unificar las reivindicaciones sectoriales de las organizaciones populares en un proyecto de organización política, social y cultural integral, con base en los trabajadores como protagonistas de la realidad.
HIC
Somos parte de HIC desde 1996 – Coalición Internacional para el Hábitat - una red internacional conformada por más de 350 organizaciones sociales, ONGs y ámbitos académicos que trabajan en el campo del hábitat y la vivienda en todo el mundo.
NUESTRA VISIÓN ESTRATÉGICA DE LA CONSTRUCCIÓN DE PODER POPULAR
CONCEPCIÓN HISTÓRICA
Caminamos valorando la lógica histórica, ese hilo que el Poder siempre busca cortar, porque liga los aprendizajes colectivos, la trama de saberes, conocimientos y esperanzas de nuestra Humanidad. Porque sabiendo quienes somos, podemos afirmarnos una y otra vez como Pueblo y como clase, en esta larga marcha de la Humanidad contra toda forma de opresión y dominación, que, en los últimos 500 años, se llama sociedad capitalista.
ANTIPATRIARCAL
No hay capitalismo sin patriarcado. Trabajamos por la superación cotidiana de las formas patriarcales de dominación, en todas las esferas de la vida y por la recuperacIón histórica y de una cosmovisión que nutra la construcción cotidiana de relaciones igualitarias y libres entre los seres humanos y con la naturaleza.
CARÁCTER CLASISTA
Nos reconocemos en la historia de lucha de nuestra humanidad por la existencia de una sociedad sin clases. Caminamos hacia una sociedad donde florezcan todas las flores, sin desigualdades ni opresiones. No buscamos el “ascenso social” individual, ni salvarnos a título personal.
ANTICAPITALISMO
Rechazamos la explotación. Nuestro Pueblo no necesita la lógica de la ganancia ni la extracción de plusvalía para resolver las necesidades de la Vida. Rechazamos y trabajamos para superar todas las formas de patronazgo.
ANTIIMPERIALISTA
Rechazamos las dominación imperial y el coloniaje cultural, encarnado por la potencia hegemónica – EUA- así como toda variante de su evolución capitalista emergente en la actualidad.
CONTRACULTURA
Construimos el cambio cultural, desde lo pequeño a lo grande. Entendemos la construcción de contracultura como tarea prioritaria, para encarnar con el ejemplo cotidiano y nuestra obra, los valores de la Nueva Sociedad.
CENTRALISMO DEMOCRÁTICO
El transito estratégico de la transformación social implica la construcción de una dinámica anticapitalista, orientada por una mirada estratégica que dirija la construcción organizativa de poder popular, desde la cotidianidad. Esto exige reconocer la unidad indivisible, de interacción entre lo individual y lo colectivo a distintas escalas (desde cada persona y su cooperativa, hacia ámbitos mayores). Reconocemos la existencia y necesidad de direcciones, dirigentes y responsabilidades diferenciadas, que surgen y se retroalimentan de sus colectivos de pertenencia. La dirección democrática es una necesidad de la construcción autogestionaria del poder popular y para llevarla adelante, precisamos potenciar, recrear y desarrollar esa dialéctica, construyendo Centralismo Democrático Real.
EDUCACIÓN POPULAR Y APROPIACIÓN DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
Abogamos por una práctica de encuentro de los diversos saberes y conocimientos de nuestro pueblo, como trama inescindible del proceso de transformación individual, colectivo y social con protagonismo popular. La educación popular, con sus metodologías y enfoques, es una herramienta inseparable de la construcción autogestionaria del poder popular. Asimismo nos asumimos continuadores de la historia del Cordobazo, la de Agustín Tosco, la del Obreros “Obreros y Estudiantes, Unidos y Adelante”. Visualizamos la Universidad Pública como parte estratégica de la construcción del poder popular y la disputa por la transformación del Estado, porque los Derechos, para el pueblo, se construyen en la lucha, pero también requieren el fortalecimiento de sus capacidades propositivas sustentadas en la producción social y pública del conocimiento y su socialización.
DERECHO A LA BELLEZA
Reivindicamos el Derecho a la Belleza como necesidad a ser asumida por nuestro Pueblo y como parte inescindible, por nuestros universitarios del Hábitat, disolviendo las naturalizaciones empobrecedoras, en primer lugar, las de nuestro propio imaginario. Belleza significa complejidad programática; identificación y resolución de sistemas de espacio-actividades que respondan a la dialéctica arquitectura-ciudad, a la integralidad. Belleza es descubrir, apropiarnos y resolver concretamente, la hermosa e integral conceptualización de Hábitat con todas las dimensiones de nuestra vida.
INTERNACIONALISMO
Nos reconocemos en el internacionalismo desde su heroica tradición histórica y como herramienta estratégica para la transformación de la sociedad. Bienvenimos a nuestro movimiento a todas y todos, sin distinción de lugar de nacimiento, etnia o nacionalidad, para nutrirnos y fortalecernos con la diversidad y las diferencias. Somos solidarios con todas las luchas por la liberación de los pueblos del mundo, contra todas las formas de opresión y dominación. Queremos ser constructores de la Patria Grande Latinoamericana, que exprese y se alimente de la diversidad popular y plasme la definitiva independencia y soberanía de nuestros pueblos.
SOCIALISMO AUTOGESTIONARIO
La Autogestión: su cultura, su modo productivo, su interacción transformadora con y del Estado, se dirige a la construcción cotidiana y estratégica de una nueva sociedad: una sociedad sin explotadores ni explotado/as, sin dominadores ni dominada/os. Una sociedad socialista.
MODELO DE PRODUCCIÓN DE VIVIENDAS
COOPERATIVA DE VIVIENDA: Las familias cooperativizadas asumen principalmente la gestión colectiva del proyecto, y reciben y administran el financiamiento estatal. Aportan horas de trabajo solidario por Ayuda Mutua (equivalente a la mano de obra “no calificada o peón”) Se calculan aproximadamente entre 16 y 18hs semanales por familia) y la gestión de compras de materiales. Son los propios Usuarios de las Viviendas.
COOPERATIVA DE TRABAJO: Aporta la Mano de Obra Calificada, Herramientas y Equipos. Así también la gestión de compra de materiales en coordinación con el Equipo Técnico y la cooperativa de vivienda.
USPA: Unidad Social de Producción Autogestionaria
Nuestra Unidad Social de Producción Autogestionaria nos plantea el desafío de construir un Modelo de Producción integrado por 3 actores:
EQUIPO TÉCNICO INTERDISCIPLINARIO: Acompaña desde el inicio el Proceso Social de COn-formación del Colectivo de familias, en la formalización de la cooperativa y cumplimiento de obligaciones Legales y Contables, y en la etapa de gestión y elaboración de Propuesta Urbano-Arquitectónica. Asimismo asume la Conducción Técnica de la obra como parte de la Cooperativa de Trabajo.