Plenario MOI Santa Fe

Por más y mejor autogestión!!
Construyendo la unidad del movimiento para fortalecer la pelea por la transformación cultural que va a hacer posible otro mundo!!

Debemos recuperar la bandera, el sentimiento, el fuego de saber que estamos impulsando una transformación cultural, que estamos peleando colectivamente por una necesidad, y que irremediablemente implica cambiar el mundo…

Apertura – Unas lineas de reflexión sobre el contexto político
Homero Ramírez.
Siempre es difícil hacer una lectura de coyuntura, mas aún cuando mañana vamos a votar en unas elecciones a las que llegamos sin una discusión previa como movimiento político.
Es un desafío en un contexto de desorientación generar mas espacios para discutir política, para que el MOI tenga más voz y podamos poner nuestros temas en agenda política.
Siempre que hay elecciones podemos ver en las propuestas en la tele, los medios y el bombardeo cotidiano, algunas situaciones.
Hace algunos años se hablaba mucho de seguridad y corrupción, hoy la consigna que mas se ha visto es «antes de votar abrí la heladera y mirala». Eso nos esta pasando a todos. Es grave y es una responsabilidad y un desafío nuestro poder trabajar desde ese lugar, desde una coyuntura donde está la heladera vacía, una realidad que viven los compañeros, un pronostico que no van a cambiar quienes hoy tienen el poder.
Estamos en una coyuntura en la cual desapareció un compañero. No es el primer compañero que desaparece en los últimos años. Es un compañero que fue a defender derechos con una comunidad mapuche y la gendarmería lo desapareció. Lo desapareció cómo en los años más oscuros de nuestro país. Y también vemos funcionarios argumentando que no es una desaparición, sino que «no sabemos donde está», y no solo vemos a funcionarios políticos avalando la desaparición de un compañero, sino que también vemos a muchos sectores de la sociedad hacerlo.
Es preocupante el mensaje, de plena dictadura, de que los mapuches son guerrilleros y que quieren terminar con el estado argentino. Un mensaje que muestra descaradamente una foto diciendo «mira las armas que tienen» y muestra un hacha, un machete y un Nokia 1100. Si sucede esta barbaridad es porque hay un escenario social en el que creen poder convencernos, y hay mucha gente que se convence de que efectivamente ese compañero quiere atentar contra la nación, la patria, y valores, y por eso esta bien que desaparezca. Tenemos que tener esto presente, como plenario tenemos que hacer un gran afiche que diga «¿Donde está Santiago?» y difundir que el MOI se pregunta donde esta el compañero, y que el Estado es responsable.
Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo, y sentir y hacernos responsable como movimiento político, y decir que las personas no pueden desaparecer, ni en nuestro país ni en ningún lado, y que el Estado tiene que dar respuestas.
La coyuntura política tiene que ver con un escenario mayor, nosotros venimos de años de «progresismos» en América Latina donde el pueblo ha podido acceder a algunas cosas, fundamentalmente de consumo más cotidiano. Pero respecto a los bienes de derecho, por lo que luchamos como necesidad fundamental del ser humano, han sido pocos los países que han tenido avances.
Si nosotros pensamos en el tema de la vivienda, si pensamos en que se avanzó, con un programa como el PROCREAR, podemos ver el gran negociado de las constructoras, pero en términos de autogestión no hemos podido avanzar mucho.
En otros países se ha tenido más desarrollo desde el movimiento popular, como los hermanos de Venezuela, los compañeros de Brasil, y es un escenario que nos esta planteando la intervención militar para retroceder.
Son procesos que a veces los vemos como situaciones muy lejanas, por la propia cotidianidad, porque nuestros compañeros están sin laburo, porque la economía se cae a pedazos, porque se vienen reformas que van a atacar más a los trabajadores. Y en los medios de comunicación los grandes problemas que se plantean son «la dictadura Venezolana». Ahí también hay un espacio para que nosotros podamos reflexionar sobre nuestras practicas, sobre nuestras necesidades, y fortalecernos políticamente para movernos en ese escenario y fundamentalmente para asumir responsabilidades. En el retroceso de los países que han podido avanzar en términos de derechos del movimiento popular, cómo lo vemos en Brasil y Venezuela, los aliados, los que tienen cargos políticos, los dirigentes políticos, son los primeros que empiezan a dispersarse, a borrarse, a caerse. Quienes están en pie son las organizaciones sociales, los que están en la calle en Brasil después de un golpe de estado son los movimientos populares.
Cuando hablamos con los compañeros brasileños, teniendo en Brasil un «Macri» llamado Temer que llega por un golpe de estado (Jurídico), es mas doloroso decir que a Macri nuestro pueblo lo deseó, lo eligió, lo metió en una urna.
Si analizamos porqué pasó esto, es por un enojo de un sector que no llegó a transformar las cosas, y por una falta real de alternativa que tenga que ver con las necesidades del movimiento popular. Ese tiene que ser el desafió nuestro. El primer desafío que tenemos en la vida cotidiana, es ver que relación tenemos nosotros con eso. Porque a veces vemos muy distante que hay un mundo y un continente amenazado militarmente por Estados Unidos, que hay una esquizofrenia militar, que hay una locura por ver quien tiene la bomba mas grande.
Y es un desafío pensar como nos apoyamos y como nos hacemos fuerte en los valores que practicamos todos los días en la construcción cotidiana, pensar con que valores vamos a fundar y sostener el proceso de cambio para nuestro país y para nuestro pueblo.
Cuando nosotros estamos muy mal, por alguna situación familiar o personal nos apoyamos en la familia, en los amigos, en los compañeros. Tenemos que pensar que nuestro pueblo, estando tan amenazado, tan golpeado, tiene que apoyarse en aquellos que decidimos poner energías en construir organización, en aquellos que decidimos construir movimiento popular. Tenemos una gran responsabilidad porque tenemos un sistema de valores, que cuando escuchamos a los compañeros ante la falta de trabajo, ante las cuestiones mas estructurales que arrastramos de falta de acceso a la educación, la falta de vivienda, o no tener lo necesario para preparar un desayuno, estamos construyendo ese apoyo en el movimiento.
El eje político fundamental sobre el que tenemos que repensarnos, a partir de haber tenido este plenario, es hacernos cargo, no sólo de las cosas malas y pensar que nos tenemos que juntar porque tenemos conflictos, sino porque tenemos la obligación de hacernos cargo de las cosas que si hacemos bien. Eso es juntarnos, pelear juntos aún con la diferencia, con nuestros compañeros. Eso es construir colectivos que son capaces de levantar una voz, y que hay otra forma de construir la vida, que no es solamente estar subordinado, estar bajo la pata del capital, del dinero, de los que concentran riquezas y que son los que determinan las políticas en este país.
La mejor valoracion que podemoso hacer de la coyuntura politica es esa, y que estamos en un escenario muy dificil, pero que las politicas son siempre cíclicas, los procesos sociales suben y bajan. Lo que tenemos que tener bien claro es que nosotros tenemos una enorme responsabilidad y que tenemos una enorme cantidad de valores y fortalezas para poner en juego.
En este escenario tenemos que aprovechar habernos decidido a hacer un plenrio, y repensar colectivamente las estrategias, y saber fundamentalmente que el enemigo esta afuera, y que es la hora para impulsar políticas.
Hay que tener el análisis de nuestra fuerza, saber que está pasando a nivel nacional, provincial, a nivel ciudad, pero no solo para hacer la gestión concreta de un recurso, sino también para recuperar la bandera, el sentimiento, el fuego de saber que estamos impulsando una transformación cultural, que estamos peleando colectivamente por una necesidad, y que irremediablemente no hay otra forma. Implica cambiar el mundo, y eso es una distancia enorme que a veces parece pura cháchara, pero que no hay otro modo de hacerlo que no sea desde un lugar común.
No podemos cambiar el mundo sin cambiarnos a nosotros y no podemos cambiarnos sin incomodarnos, porque queremos y deseamos construir otra cosa y lo estamos intentando.
El contexto político nos interpela mas en términos de responsabilidad de todas las cosas buenas que estamos intentando construir, las cuales nos salen bien, para dejar de enfocarnos en las que nos salen mal.
Tenemos la obligación de preguntarnos muchas cosas colectivamente y con todas las dificultades que tenemos para juntarnos, y es importante porque las preguntas que nos hacemos no tiene respuesta en la teoría, sino que la respuesta esta en la practica que podamos construir.